domingo, 25 de febrero de 2024

Receta: Pasta de arroz con verduras y crema de cacahuete

Avisé de que subiría recetas y aquí estoy, cumpliendo mi promesa. Este plato lo he hecho hoy y nos ha gustado mucho.

Fotografía del plato. La pasta de arroz es ovalada y plana y el resto son verduritas cortadas y huevo revuelto.

INGREDIENTES:

  • Pasta de arroz (1)
  • Caldo de verduras (que tengas tú hecho, de brick o en pastilla)
  • Verduritas setas o champiñones
  • Huevos (2)
  • Aceite de girasol y de sésamo
  • Salsa de soja (mejor si es baja en sal)
  • Miel (3)
  • Crema de cacahuete 100%
  • Harina de maíz
  • Sésamo negro
(1)Es algo que encontré en la tienda de alimentación asiática, similar a esto pero como cortado a rodajitas. Si no lo encuentras prueba a sustituirla por otro tipo de hidrato como arroz, noodles, quinoa...
(2)Para la versión vegana sugiero secar tofu firme con un trapo o papel y desmigarlo, así no prescindes de la proteína.
(3)Usa otro endulzante que prefieras si no consumes miel, como por ejemplo sirope de ágave.


PREPARACIÓN:

Primero corta tus verduritas. Usa las que tengas por casa o las que te gusten, porque realmente este plato acepta de cualquier tipo. Yo usé media cebolla, una zanahoria, un diente de ajo, un cuarto de calabacín y cuatro champiñones.

Aprovecha para ir cociendo la pasta de arroz. Usa tu caldo de verduras para que adquiera regustillo. Si has optado por otra cosa como noodles tampoco es mala idea.

En un wok, cubre el fondo con aceite de girasol (a ver, de oliva es mucho más sano pero en esta casa nadie tiene apellido compuesto, no sé si me entiendes). Bate los huevos con un pelín de sal y, cuando esté bien caliente el aceite, échalos. ¿Cuántos huevos? Para esta receta, que me salieron dos raciones generosas, usé tres, tú usa los que te apetezca. Revuélvelos bien hasta que se hayan cuajado. Si has cambiado el huevo por tofu, sáltate este paso.

Como el huevo habrá absorbido todo el aceite, añade un poco más y mézclalo con un chorrito del de sésamo. Cuidado, que tiene un sabor bastante fuerte, así que no te pases. Ahora puedes saltear la verdurita a fuego medio para que no se queme. Echa algo de sal para que no quede soso.

Mientras puedes ir haciendo la salsa: En un bol, mezcla agua templada (como medio vaso), un chorro de salsa de soja, una cucharadita de miel, una de crema de cacahuete y una bien colmada de harina de maíz. Usa una varilla para que quede bien mezclado todo.

En cuanto ya estén tiernas las verduritas añade la pasta de arroz, mézclalo todo y agrega la salsita. Remueve para integrarlo bien y, si cambiaste el huevo por el tofu, ahora es el momento de echarlo. Deja que la salsa espese y reduzca (no tiene que quedar líquido, como ves en la foto) y ya está listo para servir.

Decora con un poquito de sésamo negro por encima.

Ya me comentarás si la pruebas y te gusta. Y desde ya te pido perdón porque todas mis recetas van a ser así. Yo suelo cocinar a ojo, voy probando y corrigiendo, a veces sale bien y otras... no tanto.

¡Que aproveche!


sábado, 17 de febrero de 2024

Índice de recetas (vegetarianas/veganas)

Esta entrada la escribo a modo de introducción y también de índice para ir añadiendo las recetas que suba, y es que a veces me ha pasado que he encontrado una receta por internet, la he hecho, me ha encantado y a continuación me he olvidado por completo de su existencia. Y podría ir anotándolas en una libretita como se ha hecho toda la vida, o en el bloc de notas del móvil si quiero ser más moderna, pero mira, el blog también lo tengo a mano y también alimento ese vicio mío de compartir las cosas que me gustan.

Aparte, ¿no odias la forma en que las webs y blogs actuales publican recetas? ¿Para qué quiero leer una introducción de cincuenta líneas de texto acerca de las propiedades de tal ingrediente o de la historia de tal plato? Lo que me interesa es la receta, no ese montón de información innecesaria. Así que mis entradas van a ir al turrón: foto del plato hecha por mí en mi mini-piso, con la vajilla que me compró mi madre para el ajuar y mi mantel hortera, lista de ingredientes e instrucciones con nivel de comprensión adecuadas para personas ya iniciadas en el arte culinario. Y ya, si encarta, al final del todo podría explicarte a lo mejor dónde conseguir alguno de los ingredientes si no es sencillo de encontrar.

También tengo que advertir, y aquí voy a ser 100% honesta, que mis recetas van a ser robadas. Podría usar otro lenguaje más bonito, dar vueltas semánticas y adornarlo todo como hacen los AI bros pero mira, no. No soy una grandísima cocinera ni me gusta pasar mucho tiempo en la cocina. Qué decir tiene que lo de experimentar e inventar platos está muy lejos de mis capacidades..., y de mi voluntad, todo hay que decirlo. Pero mira, poquísima gente lee este blog y no les voy a estar quitando visitas a los medios originales. Tampoco voy a poner directamente sus videos, porque además muchas veces transformo las recetas para simplificarlas o cambiar algún ingrediente que no me guste o que no pueda conseguir fácilmente. Además, siempre que pueda (si no se trata de nada que yo haya visto hace mil siglos, me sepa de memoria y no conozca la fuente) compartiré link al contenido original para que vayas a darle tu like.

Ni qué decir tiene que todas las recetas van a ser vegetarianas o veganas.

Ahora solo me falta decidir de qué manera voy a catalogarlas, si alfabéticamente o por categoría. No creo yo que vaya a acumular tantas como para hacer categorías, pero ¿quién sabe? Ya veré.

Dicho esto, aquí tienes un índice de las recetas publicadas en mi blog:

miércoles, 14 de febrero de 2024

Mi transición al vegetarianismo (semana 1)

Fotografía de un plato de comida: tortillas de trigo con tomates, aguacates, maíz y especias por encima
Imagen gratuita de stock. Por BULBFISH.

¿Te acuerdas de que uno de mis propósitos para este año era hacerme vegetariana? Bueno, pues eso es algo que sí estoy cumpliendo, y lo cierto es que ayer busqué algún blog, canal de YouTube o perfil de TikTok que explicara este proceso desde un punto de vista personal basándose al 100% en la experiencia propia y no en consejos, datos nutricionales o de salud y cosas así. Exacto: no lo encontré. Hoy en día, todo lo que vemos en Internet es de consumo rápido. Por eso los vídeos tipo "5 tips para una alimentación vegana o vegetariana" son los que más proliferan: dan información rápida y concisa, ocupan un minuto de tu tiempo y a otra cosa, mariposa. Yo lo que quiero es saber el día a día de personas que, como yo, están variando a este tipo de alimentación. Así que, ¿sabes eso de "si quieres algo bien hecho, hazlo tú?" pues a ello voy.

Esto no significa que a partir de ahora mi blog vaya a cambiar a un blog acerca del vegetarianismo/veganismo. Recordemos que este rinconcito tiene la esencia de esos blogs de los 2000 en los que hablábamos de un poco de todo, y así seguirá siendo. Además, ya lo sabes, me gusta compartir mis experiencias. Es más, se me pasó por la cabeza hacerme una nueva cuenta de TikTok para esto, pero... no. He visto insultos brutalísimos e incluso amenazas muy muy serias a personas con este tipo de contenido y no me apetece lo más mínimo recibir ese tipo de hate. Mejor me quedo aquí, que me leéis dos personas y un gato.

Fotografía de un cuenco de ramen con setas shiitake, tofu y huevo.
Ramen de miso y setas shiitake hecho por mí.

Bien, tengo que decir que, en realidad, mi transición llevaba iniciada mucho tiempo, solo que de forma no activa. Sin intención de dejar de comer animales, ya los eliminaba de mis comidas a menudo, por ejemplo muchas veces que no coincidíamos Sergio y yo o cuando salíamos por ahí y había una alternativa veggie que me gustara. Además, ya hice un intento hace un par de años que quedó en fracaso porque no me informé lo suficiente (o más bien nada) y basé mi alimentación en hidratos a tope. No es buena idea.

Pero desde entonces, poco a poco y sin sobre saturarme de información, he ido aprendiendo cositas hasta llegar al punto en que, para mí, el cambio es casi natural. Y, de todas maneras, actualmente no creo que vaya a ser completamente vegetariana nunca, te digo el por qué.

Mi mayor motivación en esto es el impacto medioambiental de la industria cárnica. Me importa el sufrimiento animal, por supuesto que sí, pero principalmente estoy concienciada acerca de la contaminación y el gasto excesivo de agua que esta industria provoca. Este blog no va de dar datos, así que si no sabías esto y te he generado curiosidad, te recomiendo el buscador DuckDuckGo.Y es una decisión personal, no quiero arrastrar a nadie. Esto significa que si surge comer con las amigas en un sitio donde compartamos platos, no les voy a exigir que solo pidamos cosas sin carne ni pescado ni tampoco me voy a quedar sin comer. Tampoco voy a obligar a mi madre o a mi padre a cocinarme algo especialmente para mí cuando vamos, aunque en realidad es muy sencillo hacer un menú vegetariano con platos con los que ya estén familiarizados, pero supondría incomodidad para ellos. Y también, Sergio está reduciendo la ingesta de animales gracias a mí, porque hay recetas que quiere probar y le gustan, pero si alguna vez le apetece algún plato y yo, por cualquier motivo, no puedo hacerme nada para mí, no tengo ningún problema tampoco. Por suerte, entiende y apoya mi decisión, por lo que no hay conflictos aquí. Y si como fuera y por cualquier motivo me ponen un plato que lleve carne, me lo voy a comer igual, porque sé que si pido otra cosa ese plato va a ir a la basura, y no quiero generar más desperdicios.

Pero todo esto va a ser anecdótico. Como fuera de casa como mucho tres o cuatro veces al mes y mi círculo más cercano es de gente muy respetuosa con este tipo de decisiones. Además, ya no es como hace unos cinco años: los restaurantes tienen cada vez más opciones vegetarianas y es muy fácil encontrar dónde comer (ya podrían actualizarse en mi trabajo, que no hay nada mientras que todos sus competidores, incluyendo el mayor de todos, sí tienen alternativas).

Creo (no me hagas mucho caso) que esta manera de comer se llama flexitariana y creo también que no es muy popular entre las personas full veganas, pero es que yo no busco el reconocimiento de nadie y creo que todo granito de arena que pueda aportarse para frenar la industria cárnica es bueno. Si nuestra cultura no girara en torno a la carne, quizás sí podría permitirme ser más rígida, pero creo que esto ya lo he comentado antes: no soy la persona adecuada para hacer activismo de ninguna clase ni para convencer a nadie de nada.

Esta es mi postura hoy por hoy. El otro día una amiga me comentaba que ella ha llegado a un punto en que le causa muchísimo rechazo comer animales y yo no puedo ver el futuro, no sé si de aquí a un año me voy a sentir igual. Pero bueno, de momento ese es mi enfoque.

Foto de un cuenco de arroz con champiñones, curry y un huevo frito
Eso que parece carne son champiñones y la salsa es de curry. Plato hecho por mí.

Hace dos días cumplí una semana exacta de alimentación vegetariana. Hoy interrumpo la racha porque teníamos bacalao salado en la nevera y vamos a hacernos unas tortillas y, ya que la he interrumpido, quizás me haga algo para cenar con caldo de cocido que compré hace un par de meses y todavía no he gastado. Pero esta interrupción es para no malgastar comida.

Lo cierto es que, durante esta semana, no he echado de menos la carne. Anoche sí es verdad que tuve ganas de comerme una salchicha (sí, yo era de esas personas que se las comía directamente del paquete), pero porque tenía un poco de gusanillo. No me supuso ningún esfuerzo aguantarme y no comer nada. Es más: hasta lo agradecí, porque realmente no tenía hambre, eran casi las dos de la mañana y había cenado horas antes más que suficiente. Recordemos que picar entre horas no es buena idea.

Hoy no puedo aportar mucho más. Esta entrada ha sido a modo de introducción, van a venir más siempre que tenga algo que contar y también voy a poner recetas por aquí, básicamente para tenerlas yo a mano.

El reto real será cuando llegue el verano, mis turnos de trabajo sean casi todos partidos y no me dé tiempo a cocinar demasiado. En otros países hay alternativa vegetariana en la carta del restaurante donde trabajo, pero en España no, ni hay intención, así que toca tirar de tupper o comer full hidratos bastantes días a la semana. Pero bueno, para eso quedan algunos meses y tengo tiempo de reajustar mis hábitos culinarios.

miércoles, 7 de febrero de 2024

Enero

Nada, solo ha pasado una semana entera desde que terminó el mes y yo aquí sin escribir resumen ni nada. No es que tenga ningún tipo de obligación, pero como persona con poca memoria, si quiero no fallar ningún mes más me vale no tardar demasiado, o empiezan a olvidárseme cosas.


No podía empezar el mes de otro modo que viendo el concierto de año nuevo. Es una de las pocas tradiciones navideñas que me gusta respetar a pesar de los conflictos que acarrea, porque soy muy consciente del elitismo que gira alrededor de este concierto y del hecho de que todavía, a estas alturas de la vida, se descarte a directoras de orquesta por el simple hecho de ser mujeres. Porque claro, tradicionalmente han sido siempre directores y es muy cómodo escudarse en eso en lugar de admitir de una vez por todas que ni tradición ni nada: es que antes a las mujeres no se nos permitía hacer nada y punto. Pero bueno, con la esperanza de que esto se supere de una vez por todas, yo sigo viéndolo año tras año.

Estuve en Alicante de vacaciones. Al tener allí la familia y un piso, Sergio y yo vamos un par de veces al año y tengo que decir que siempre, después de volver, necesitamos otra semana más. Si eres introvertide me vas a entender: demasiada socialización. Mi situación familiar es, digamos, complicada, y hay que hacer planes por triplicado varias veces durante la semana, más aparte dedicar el tiempo que nos sobre a quedar con las amistades. Al final, entre unas cosas y otras, acabamos saliendo a diario mañana, tarde y noche, y sin tiempo para hacer lo que se hace en vacaciones, que es descansar. Es agotador. Con esto no quiero decir que no quiera ver a mi familia ni me lo pase bien cuando nos juntamos, ni mucho menos, pero desde luego sí que agradecería el no tener necesidad de llevar una agenda durante esas semanas.

Mención especial al taller de Go que impartí allí una tarde. Mi hermano lleva una asociación friki y organizamos esa actividad con la chavalada. Estuvo interesante, no sé si alguien se engancharía a jugar, pero se lo pasaron bien.

A pesar de que me leí un libro, sigo con bloqueo lector. El libro en cuestión es Fuera de cámara, de Estefanía Sánchez y Alejandro D. Martínez. Estefanía propuso mandar un ejemplar de viaje y me apunté a pesar de que iba a ser una relectura. Pero es que me gustó mucho esta novela en su día y además aprecio mucho a la autora, por lo que me apeteció contribuir a su iniciativa. Pensé que también me serviría para superar el bloqueo pero no: me costó más de un mes terminármelo. El problema es que apenas me quedan ratos para leer entre unas cosas y otras, y si me pongo no puedo evitar pensar en qué podría estar haciendo en lugar de eso y pierdo tanto la concentración que no me engancho a la historia.

De todas formas, tampoco me preocupa un montón. Vale que tengo más de treinta libros pendientes, pero la única obligación que tengo de leerlos es la que mis ansias puedan imponerme, y en este momento claramente no me están imponiendo nada. Ya saldré, sin dramas.

También me encantaría decir que he retomado el dibujo... pero no. Hubo una unidad de día en que continué con un proyecto a medias, estuve dándole toda la tarde y punto. Tengo que escribir una entrada con este tema, porque va para largo.

Lo que sí he retomado, pero poquito, han sido los directos en Twitch. Todo fue por el Go y porque tanto Sergio como mi amiga Carolina lo sugirieron. Eso sí, me lo estoy tomando de otra forma. Antes, cuando sí estaba mucho por Twitch, me agobiaba bastante porque creía tener cierta necesidad de estar ahí casi a diario. Al principio lo hacía porque realmente me apetecía, pero luego ya no. También me angustiaba muchísimo si no entraba nadie al directo. He llegado a pasar tardes dibujando sin que una sola persona pasara ni para saludar, y eso me hacía sentir muy ridícula. Lo cierto es que me he quitado ese peso de encima por completo: si hago directo de Go, mi intención es subirlo luego al canal de YouTube. Si hago directo de dibujo, no me preocupa no tener a nadie con quien hablar. Y, si hago directo de cualquier otra cosa, pues lo mismo. De hecho, el otro día jugué la demo de un juego de gestión de recursos (uno de llevar un refugio para ranas), apenas vino nadie y me dio exactamente igual.

Sigo viendo un drama BL tras otro. En enero me ventilé Between us, que es un spin-off de Until we meet again y no me gustó tanto como este último, ni de lejos. Es entretenido, pero bastante olvidable. Luego seguí con Wedding plan, y este sí que me gustó un montón. Sin ser spin-off, ocurre en el mismo universo que Love in the air, y es un poco diferente a lo que nos suelen traer este tipo de series. Divertido y cuqui, lo disfruté bastante. 

Ah, y empecé el Yakuza Kiwami 2. Es una saga que me encanta y todavía tengo muchísimos juegos por delante, pero bueno, poco a poco.

No puedo decir que no haya sido un mes ajetreado, todo lo contrario que febrero, que se presenta bastante tranquilito. Es más: estamos a día siete y hoy es el primer día en todo el mes en que tengo planes. Y, la verdad, nada que objetar al respecto.