miércoles, 7 de febrero de 2024

Enero

Nada, solo ha pasado una semana entera desde que terminó el mes y yo aquí sin escribir resumen ni nada. No es que tenga ningún tipo de obligación, pero como persona con poca memoria, si quiero no fallar ningún mes más me vale no tardar demasiado, o empiezan a olvidárseme cosas.


No podía empezar el mes de otro modo que viendo el concierto de año nuevo. Es una de las pocas tradiciones navideñas que me gusta respetar a pesar de los conflictos que acarrea, porque soy muy consciente del elitismo que gira alrededor de este concierto y del hecho de que todavía, a estas alturas de la vida, se descarte a directoras de orquesta por el simple hecho de ser mujeres. Porque claro, tradicionalmente han sido siempre directores y es muy cómodo escudarse en eso en lugar de admitir de una vez por todas que ni tradición ni nada: es que antes a las mujeres no se nos permitía hacer nada y punto. Pero bueno, con la esperanza de que esto se supere de una vez por todas, yo sigo viéndolo año tras año.

Estuve en Alicante de vacaciones. Al tener allí la familia y un piso, Sergio y yo vamos un par de veces al año y tengo que decir que siempre, después de volver, necesitamos otra semana más. Si eres introvertide me vas a entender: demasiada socialización. Mi situación familiar es, digamos, complicada, y hay que hacer planes por triplicado varias veces durante la semana, más aparte dedicar el tiempo que nos sobre a quedar con las amistades. Al final, entre unas cosas y otras, acabamos saliendo a diario mañana, tarde y noche, y sin tiempo para hacer lo que se hace en vacaciones, que es descansar. Es agotador. Con esto no quiero decir que no quiera ver a mi familia ni me lo pase bien cuando nos juntamos, ni mucho menos, pero desde luego sí que agradecería el no tener necesidad de llevar una agenda durante esas semanas.

Mención especial al taller de Go que impartí allí una tarde. Mi hermano lleva una asociación friki y organizamos esa actividad con la chavalada. Estuvo interesante, no sé si alguien se engancharía a jugar, pero se lo pasaron bien.

A pesar de que me leí un libro, sigo con bloqueo lector. El libro en cuestión es Fuera de cámara, de Estefanía Sánchez y Alejandro D. Martínez. Estefanía propuso mandar un ejemplar de viaje y me apunté a pesar de que iba a ser una relectura. Pero es que me gustó mucho esta novela en su día y además aprecio mucho a la autora, por lo que me apeteció contribuir a su iniciativa. Pensé que también me serviría para superar el bloqueo pero no: me costó más de un mes terminármelo. El problema es que apenas me quedan ratos para leer entre unas cosas y otras, y si me pongo no puedo evitar pensar en qué podría estar haciendo en lugar de eso y pierdo tanto la concentración que no me engancho a la historia.

De todas formas, tampoco me preocupa un montón. Vale que tengo más de treinta libros pendientes, pero la única obligación que tengo de leerlos es la que mis ansias puedan imponerme, y en este momento claramente no me están imponiendo nada. Ya saldré, sin dramas.

También me encantaría decir que he retomado el dibujo... pero no. Hubo una unidad de día en que continué con un proyecto a medias, estuve dándole toda la tarde y punto. Tengo que escribir una entrada con este tema, porque va para largo.

Lo que sí he retomado, pero poquito, han sido los directos en Twitch. Todo fue por el Go y porque tanto Sergio como mi amiga Carolina lo sugirieron. Eso sí, me lo estoy tomando de otra forma. Antes, cuando sí estaba mucho por Twitch, me agobiaba bastante porque creía tener cierta necesidad de estar ahí casi a diario. Al principio lo hacía porque realmente me apetecía, pero luego ya no. También me angustiaba muchísimo si no entraba nadie al directo. He llegado a pasar tardes dibujando sin que una sola persona pasara ni para saludar, y eso me hacía sentir muy ridícula. Lo cierto es que me he quitado ese peso de encima por completo: si hago directo de Go, mi intención es subirlo luego al canal de YouTube. Si hago directo de dibujo, no me preocupa no tener a nadie con quien hablar. Y, si hago directo de cualquier otra cosa, pues lo mismo. De hecho, el otro día jugué la demo de un juego de gestión de recursos (uno de llevar un refugio para ranas), apenas vino nadie y me dio exactamente igual.

Sigo viendo un drama BL tras otro. En enero me ventilé Between us, que es un spin-off de Until we meet again y no me gustó tanto como este último, ni de lejos. Es entretenido, pero bastante olvidable. Luego seguí con Wedding plan, y este sí que me gustó un montón. Sin ser spin-off, ocurre en el mismo universo que Love in the air, y es un poco diferente a lo que nos suelen traer este tipo de series. Divertido y cuqui, lo disfruté bastante. 

Ah, y empecé el Yakuza Kiwami 2. Es una saga que me encanta y todavía tengo muchísimos juegos por delante, pero bueno, poco a poco.

No puedo decir que no haya sido un mes ajetreado, todo lo contrario que febrero, que se presenta bastante tranquilito. Es más: estamos a día siete y hoy es el primer día en todo el mes en que tengo planes. Y, la verdad, nada que objetar al respecto.

3 comentarios:

  1. Me es familiar la situación que comentas; una solución visitar la ciudad sin decir nada a nadie y es arriesgarte a no encontrarte con nadie. Y bueno, si finalmente te topas con alguien puedes salir con un: "Decidimos venirnos a ultima hora, y no queríamos molestar".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buaf, ya lo hemos pensado en varias ocasiones, pero ya digo, la situación es complicada. Se enterarían seguro (Alicante es muy pequeña XD) y podría tener DRAMÓN si lo hacemos. XD

      Eliminar
  2. Ya, jeje, me figuro, en Cádiz pasa lo mismo.

    ResponderEliminar