miércoles, 14 de febrero de 2024

Mi transición al vegetarianismo (semana 1)

Fotografía de un plato de comida: tortillas de trigo con tomates, aguacates, maíz y especias por encima
Imagen gratuita de stock. Por BULBFISH.

¿Te acuerdas de que uno de mis propósitos para este año era hacerme vegetariana? Bueno, pues eso es algo que sí estoy cumpliendo, y lo cierto es que ayer busqué algún blog, canal de YouTube o perfil de TikTok que explicara este proceso desde un punto de vista personal basándose al 100% en la experiencia propia y no en consejos, datos nutricionales o de salud y cosas así. Exacto: no lo encontré. Hoy en día, todo lo que vemos en Internet es de consumo rápido. Por eso los vídeos tipo "5 tips para una alimentación vegana o vegetariana" son los que más proliferan: dan información rápida y concisa, ocupan un minuto de tu tiempo y a otra cosa, mariposa. Yo lo que quiero es saber el día a día de personas que, como yo, están variando a este tipo de alimentación. Así que, ¿sabes eso de "si quieres algo bien hecho, hazlo tú?" pues a ello voy.

Esto no significa que a partir de ahora mi blog vaya a cambiar a un blog acerca del vegetarianismo/veganismo. Recordemos que este rinconcito tiene la esencia de esos blogs de los 2000 en los que hablábamos de un poco de todo, y así seguirá siendo. Además, ya lo sabes, me gusta compartir mis experiencias. Es más, se me pasó por la cabeza hacerme una nueva cuenta de TikTok para esto, pero... no. He visto insultos brutalísimos e incluso amenazas muy muy serias a personas con este tipo de contenido y no me apetece lo más mínimo recibir ese tipo de hate. Mejor me quedo aquí, que me leéis dos personas y un gato.

Fotografía de un cuenco de ramen con setas shiitake, tofu y huevo.
Ramen de miso y setas shiitake hecho por mí.

Bien, tengo que decir que, en realidad, mi transición llevaba iniciada mucho tiempo, solo que de forma no activa. Sin intención de dejar de comer animales, ya los eliminaba de mis comidas a menudo, por ejemplo muchas veces que no coincidíamos Sergio y yo o cuando salíamos por ahí y había una alternativa veggie que me gustara. Además, ya hice un intento hace un par de años que quedó en fracaso porque no me informé lo suficiente (o más bien nada) y basé mi alimentación en hidratos a tope. No es buena idea.

Pero desde entonces, poco a poco y sin sobre saturarme de información, he ido aprendiendo cositas hasta llegar al punto en que, para mí, el cambio es casi natural. Y, de todas maneras, actualmente no creo que vaya a ser completamente vegetariana nunca, te digo el por qué.

Mi mayor motivación en esto es el impacto medioambiental de la industria cárnica. Me importa el sufrimiento animal, por supuesto que sí, pero principalmente estoy concienciada acerca de la contaminación y el gasto excesivo de agua que esta industria provoca. Este blog no va de dar datos, así que si no sabías esto y te he generado curiosidad, te recomiendo el buscador DuckDuckGo.Y es una decisión personal, no quiero arrastrar a nadie. Esto significa que si surge comer con las amigas en un sitio donde compartamos platos, no les voy a exigir que solo pidamos cosas sin carne ni pescado ni tampoco me voy a quedar sin comer. Tampoco voy a obligar a mi madre o a mi padre a cocinarme algo especialmente para mí cuando vamos, aunque en realidad es muy sencillo hacer un menú vegetariano con platos con los que ya estén familiarizados, pero supondría incomodidad para ellos. Y también, Sergio está reduciendo la ingesta de animales gracias a mí, porque hay recetas que quiere probar y le gustan, pero si alguna vez le apetece algún plato y yo, por cualquier motivo, no puedo hacerme nada para mí, no tengo ningún problema tampoco. Por suerte, entiende y apoya mi decisión, por lo que no hay conflictos aquí. Y si como fuera y por cualquier motivo me ponen un plato que lleve carne, me lo voy a comer igual, porque sé que si pido otra cosa ese plato va a ir a la basura, y no quiero generar más desperdicios.

Pero todo esto va a ser anecdótico. Como fuera de casa como mucho tres o cuatro veces al mes y mi círculo más cercano es de gente muy respetuosa con este tipo de decisiones. Además, ya no es como hace unos cinco años: los restaurantes tienen cada vez más opciones vegetarianas y es muy fácil encontrar dónde comer (ya podrían actualizarse en mi trabajo, que no hay nada mientras que todos sus competidores, incluyendo el mayor de todos, sí tienen alternativas).

Creo (no me hagas mucho caso) que esta manera de comer se llama flexitariana y creo también que no es muy popular entre las personas full veganas, pero es que yo no busco el reconocimiento de nadie y creo que todo granito de arena que pueda aportarse para frenar la industria cárnica es bueno. Si nuestra cultura no girara en torno a la carne, quizás sí podría permitirme ser más rígida, pero creo que esto ya lo he comentado antes: no soy la persona adecuada para hacer activismo de ninguna clase ni para convencer a nadie de nada.

Esta es mi postura hoy por hoy. El otro día una amiga me comentaba que ella ha llegado a un punto en que le causa muchísimo rechazo comer animales y yo no puedo ver el futuro, no sé si de aquí a un año me voy a sentir igual. Pero bueno, de momento ese es mi enfoque.

Foto de un cuenco de arroz con champiñones, curry y un huevo frito
Eso que parece carne son champiñones y la salsa es de curry. Plato hecho por mí.

Hace dos días cumplí una semana exacta de alimentación vegetariana. Hoy interrumpo la racha porque teníamos bacalao salado en la nevera y vamos a hacernos unas tortillas y, ya que la he interrumpido, quizás me haga algo para cenar con caldo de cocido que compré hace un par de meses y todavía no he gastado. Pero esta interrupción es para no malgastar comida.

Lo cierto es que, durante esta semana, no he echado de menos la carne. Anoche sí es verdad que tuve ganas de comerme una salchicha (sí, yo era de esas personas que se las comía directamente del paquete), pero porque tenía un poco de gusanillo. No me supuso ningún esfuerzo aguantarme y no comer nada. Es más: hasta lo agradecí, porque realmente no tenía hambre, eran casi las dos de la mañana y había cenado horas antes más que suficiente. Recordemos que picar entre horas no es buena idea.

Hoy no puedo aportar mucho más. Esta entrada ha sido a modo de introducción, van a venir más siempre que tenga algo que contar y también voy a poner recetas por aquí, básicamente para tenerlas yo a mano.

El reto real será cuando llegue el verano, mis turnos de trabajo sean casi todos partidos y no me dé tiempo a cocinar demasiado. En otros países hay alternativa vegetariana en la carta del restaurante donde trabajo, pero en España no, ni hay intención, así que toca tirar de tupper o comer full hidratos bastantes días a la semana. Pero bueno, para eso quedan algunos meses y tengo tiempo de reajustar mis hábitos culinarios.

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