martes, 30 de enero de 2024

Un par de malas reseñas

Como soy una autora tan pequeña, apenas se me ha leído sin conocerme de nada. Mis lectores son o amigues, o gente que ya me sigue desde hace tiempo por cualquier razón, o gente que por un lado u otro ya había oído hablar de mi. Pero, en general, gente con cierto grado de relación conmigo. Por lo tanto, quizás porque siempre me han leído desde la cercanía (en mayor o menor grado, claro) o quizás por pura estadísitica, las pocas reseñas que he recibido han sido buenas. O igual hay alguna mala por ahí, pero no me han etiquetado y por lo tanto yo no me he enterado.

Pero en un lapso corto he recibido dos reseñas no malas, pero tampoco buenas, y con algunas críticas. Tengo que ir acostumbrándome a que no me afecte. Es obvio que no a todo el mundo le van a gustar mis novelas, eso lo sé, pero que me lo digan a la cara quizás era algo para lo que no estaba preparada.

Obviamente no voy a ser ese tipo de persona que se pica, responde mal a quien ha escrito la reseña o graba vídeos en mal tono diciendo que su opinión está mal. Repito: es normal que no a todo el mundo le gusten mis escritos. Y sí que pensé ponerme en contacto con las dos reseñistas y preguntarles si veían bien que hiciera una publicación comentando algunos puntos con respecto a lo que han dicho, pero decidí no hacerlo. Son personas que no conozco de nada. Ediciones el Antro les mandó Fast Food como promoción a cambio de sus reseñas y han cumplido a la perfección, porque además en ningún momento la editorial obliga a dar opiniones buenas a toda costa. Además la lectura la han hecho en el momento de la promoción y no meses más tarde, cuando pudiera pasar sin pena ni gloria, y han sido muy exhaustivas; recordemos que hay muchas cuentas de Instabook, Booktok o Booktube que basan su contenido en «me he leído este libro y me ha gustado mucho, lo recomiendo». No ha sido el caso en absoluto. Así que no quiero que sientan que tengo algo que reprocharles y, como no nos conocemos, no quiero tentar a la suerte. Pueden ser personas irascibles, pueden malinterpretarme creyendo que yo soy la irascible, pueden sentirse menospreciadas por mi respuesta o bien pueden sentirse atacadas... Hay que tener mucho cuidado con este tipo de cosas, porque en internet se lía muy pronto y todo se sale de madre antes de que nos demos cuenta.

Dicho todo esto, ahora es cuando explico qué hago aquí otra vez.

Siento que hay algunas cosas de esas dos reseñas que son injustas o que no están bien juzgadas. Uno de los principales puntos en contra que he visto ha sido el hecho de que la novela sea juvenil, los personajes infantiles, y que ciertas partes de la trama no resulten creíbles.

En lo personal, no creo que se deba puntuar mal un libro por no ser el tipo de literatura que nos gusta leer. Fast Food es, en efecto, una novela juvenil y no tiene más pretensiones que la de entretener y divertir. Está muy inspirado en el manga BL ligerito, donde el argumento no se trabaja una barbaridad a cambio de darnos una historia bonica y poco más. No toda obra tiene por qué ser una gran obra, y Fast Food nunca pretendió serlo.

Por eso no me gusta que el principal punto de la reseña sea este. En efecto: hay personajes que salen al principio que después desaparecen, pero es que son importantes al principio y luego dejan de serlo. ¿Por qué darles más protagonismo si no es necesario? También es cierto que en nuestra cultura puede resultar chocante, incluso poco creíble, que unos padres dejen viviendo solo a un menor de edad y dejando de lado el hecho de que, en Japón, esto no es tan impensable, volvemos a lo mismo: ¿sirve al argumento? Sí. ¿Vale la pena buscar algo más creíble basándonos en nuestra propia cultura y enrevesar más la trama? Para esta novela, no.

Muy relacionado con esto está otra de las críticas que he recibido, que es el hecho de que el emplazamiento de la novela no parezca ser en Japón debido a que los personajes parecen muy europeizados. Como si no hubiera mangas a cholón con personajes japoneses, ambientados en Japón y con comportamientos muy poco... japoneses. Pero bueno, ese no es el punto sino el que ya he desarrollado: novela ligera, juvenil, entretenida y sin muchas pretensiones. Que también digo, no tengo muy claro qué son esas cosas japonesas que deberían verse en la novela, porque se habla del acento de Kansai que tiene Kei y por el cual le hacían bullying, se habla de que por su incapacidad para cocinar se alimenta a base de ramen y el personaje en sí responde a un estereotipo bastante japonés, que es el del nerd casi obsesivo. Y es que no todos los japoneses son iguales, del mismo modo que no todos los españoles lo somos.

Y por último, aquí sí viene una crítica que está basada en un error, y es que a la reseñadora no le cuadró que Michael tuviera acento francés cuando es de Toronto y habla en inglés con su familia. El error reside en que Michael es natural de Québec, cuyo primer idioma es el francés. Tras unos sucesos, se trasladó con su madre embarazada a Toronto, donde sí se habla inglés como primer idioma.

Dudo mucho que la reseñista se hubiera tomado a mal que le corrigiera esto último, pero bueno, tampoco quise decírselo por si acaso.

El resto de cosas son unas más subjetivas que otras, y es que es difícil juzgar un libro de forma cien por cien objetiva, por eso no me meto ahí. No sigo a un montón de bookstagrammers (o similares), pero entiendo que los comentarios que hacen son siempre basados en sus gustos personales, y que su público decide si leer los libros que enseñan en base a coinciden o no con esos gustos. De hecho, una de estas dos cuentas es muy grandes y recibió bastantes comentarios en su reseña, muchos de ellos diciendo que a pesar de la crítica querían leer la novela. No hay publicidad mala, o eso dicen.

Poco a poco espero ir ganando público y sé que las críticas aumentarán, por lo que debo ir acostumbrándome y sobre todo aprendiendo a distinguir entre las críticas que merece la pena tener en cuenta y las que no. Pero mientras voy aprendiendo, bueno, tengo este pequeño espacio de desahogo personal. Ojalá la siguiente reseña que reciba sea buena.

jueves, 18 de enero de 2024

"Fast Food", mi primera novela

Digo que es la primera porque fue la primera que publiqué, pero esto habría que matizarlo. En todo caso, creo que lo que a ti te interesa es... ¿de qué va la novela? Así que te voy a contar cositas y otro día publicaré una entrada acerca de la experiencia que fue escribirla.


Cubierta del libro. Salen dos chicos sonrientes: uno lleva el pelo corto y decolorado y va a caballito sobre el otro, que tiene el pelo largo, rubio y rizado recogido en un moño mal hecho.Parte trasera de la novela con el texto de la sinopsis que tienes escrito a continuación de estas imágenes.
Diseño de cubierta: Ediciones El Antro. Ilustración: Nacht.

Kei es mal estudiante, vive con sus padres y su odiosa hermana en un piso pequeño, le encanta el manga, el anime y los videojuegos y está perdidamente enamorado del cajero del burger que siempre le atiende. No sabe cómo se llama ni de dónde viene ese irresistible acento francés, pero de algo sí está seguro: que es el hombre de su vida. y no le importará ponerlo todo patas arriba para conquistarlo.

Michael es un alma errante. Sus andaduras alrededor del mundo lo han llevado hasta Tokio, ciudad en la que vive y trabaja sin más expectativas que las de pagar el alquiler y llegar a fin de mes con algo de calderilla en los bolsillos. No tiene la más mínima intención de echar raíces en Japón, hasta que alguien decide entrar en su vida: un japonés alocado y un tanto friki. 

Este es el argumento de Fast Food. Si eres una de esas personas devoralibros puede que seas capaz de terminártelo en dos o tres tardes, pero una cosa te aseguro: te quedarás con ganas de más.

Dibujo de Kei. Está tumbado boca abajo y mira al frente con expresión sexy
Kei. Dibujo hecho por mí.

Para que te hagas una idea de cómo comienza todo, te diré que Kei, sin experiencia alguna en el amor y mucho más tímido de lo que parece, se promete a sí mismo pedirle una cita al guapísimo cajero del Mega, el restaurante de comida rápida al que suele ir después de clases. Pero su familia, sin saberlo, está a punto de mandar sus planes al traste para siempre, pues pronto se mudarán a Osaka, ciudad de la que son originarios. ¿Qué hará nuestro nerd favorito? ¿Aceptar el trágico destino y despedirse para siempre de su enamorado? Obvio que no.

Haciendo gala de un gran poder de persuasión y juntando todas sus armas (que viene a ser una sola: la de ponerse más pesado que un kilo de churros a medianoche), consigue el permiso para quedarse en Tokio con dos condiciones: mejorar sus notas y encontrar trabajo.

Y por supuesto que acabará trabajando en el mismo Mega.

Pero, ¿qué hay de Michael? Pues Michael ha ido de acá para allá desde muy joven, ha vivido en varios países ¡y hasta ha estado prometido!... más o menos. Canadiense de nacimiento, con una familia desestructurada y, quizás, más experiencias de las que le gustaría, lo cierto es que no tiene muchas ganas de echar raíces y eso del apego y el compromiso le da un poquiiiito de miedo.

Dibujo de Michael. Lleva puestos solo unos vaqueros y se está mojando con una manguera.
Michael. Dibujo hecho por mí.

Quizás estos dos personajes te parezcan muy diferentes hasta el punto de dudar si de verdad llegarán a estar juntos, pero yo te prometo que sí. Eso sí: no sin algunos baches que tendrán que superar. O más que baches, enormes abismos.

Y sí: tiene escenas picantes. ♥

Si eres de mi quinta y te iniciaste en el BL gracias a Zetsuai y Kizuna, si te desesperabas como yo porque querías que los personajes tuvieran de una vez por todas una relación sana y funcional, te va a gustar este libro porque Kei y Michael aprenden (tal vez a base de palos) qué tienen que hacer para que la suya lo sea. Si empezaste con Gravitation, también te va a gustar porque Kei está muy inspirado en Shuuichi, ese chaval alocado y chillón que es capaz de cualquier cosa por amor. Y si por el contrario eres más joven y te has acostumbrado a BLs más tiernos y cotidianos, también te va a gustar porque, con sus problemas y todo, esta pareja es muy cuqui.

Total, que entre unas cosas y otras... en realidad este libro le va a gustar a todo el mundo a no ser que busques una relación más tóxica que Chernobyl con asesinatos sangrientos de por medio y sin final feliz. En ese caso, quizás Fast Food no sea para ti. Pero ey, te recomiendo leerla igualmente a modo de respiro entre tanta intensidad.

¿Aún no te he convencido? Puedes leer los primeros capítulos aquí.
¿Ahora sí? Puedes comprarla aquí.

Una última cosita: tal vez te interese estar pendiente de mis redes en las próximas semanas porque pretendo mandar de viaje mi copia de Fast Food. La mejor forma para no perdértelo es estar en mi canal de Telegram, donde no hay malvados algoritmos que van a ocultarte las cosas. Será una oportunidad muy buena para descubrirlo o releerlo con el añadido de que podrás escribir tus impresiones en el propio libro, al más puro estilo Wattpad pero en analógico.

¿Qué me dices, te animas a conocer a Kei y a Michael?

Dibujo de Kei y Michael besándose.
Kei y Michael con el uniforme del Mega. Dibujo hecho por mí.


domingo, 7 de enero de 2024

Diciembre

¿Qué ha pasado? Anteayer estaba haciendo la entrada de noviembre y de repente ¡pum! ya es enero. El mes se me ha pasado volando...


Ya comenté en otra entrada que no soy muy navideña. Me propuse grabar las decoraciones de las calles cuando salieran para que este video quedara muy cuqui y se me olvidó por completo. Es más, tengo que confesar que el clip del final lo grabé la madrugada del 1 al 2 de enero porque bueno, he pasado por esa plaza más veces, así que queda a modo ilustrativo.

En general, el mes ha sido de comer mucho, en eso sí que cumplo con la tradición. Sergio hizo magdalenas de chocolate en la freidora de aire y fueron un éxito rotundo. Fue mi cumpleaños el día 7 y mis amistades me invitaron a comer en un hot-pot como regalo. Nos flipó el sitio y estamos deseando repetir. De hecho... íbamos a repetir pero los virus campan a sus anchas por todo el territorio español y poco a poco todes hemos ido cayendo. Y no pudo faltar el cocido tradicional el día de Navidad, que es algo que me he traído a Málaga desde Alicante y perpetúo año a año. Veremos este, porque aunque mi intención no es dejar de comer carne por completo, no sé cómo habré evolucionado a este respecto en doce meses. 

Como anécdota, estuvimos un día entero sin agua por culpa de una obra que están haciendo un poco más abajo en nuestra calle. No hubo aviso previo ni nada, así que nos encontramos la sorpresa. Menos mal que siempre tenemos una botella llena de agua y que no era festivo, por lo que pudimos bajar a comprar más.

También ha sido el mes en que he retomado mis directos en twitch, aunque con moderación. La idea era crear un canal de YouTube para las cosas de Go Málaga y subir ahí directos jugando o comentando partidas. Me hubiera gustado hacer algo más, pero finalmente en todo el mes solo he tenido tiempo de hacer dos directos, y es que como ya he dicho, el mes se ha esfumado y a mí no me ha dado la vida para demasiado. Pero bueno, ahí lo tengo todo y espero tener más disponibilidad a la vuelta de mis vacaciones, porque aparte de todo estoy agotadísima.

Y ya puestos a retomar cosas que tenía abandonadas, también volví a escribir. De nuevo, mucho menos de lo que me gustaría porque no me ha dado la vida, no puedo decir que haya recuperado el hábito, pero al menos sí las ganas. No se trata de nada original mío sino de un fanfic, pero eso no importa. Lo que importa es que estoy escribiendo y que estoy motivada. 

Terminé el Final Fantasy XVI, empecé el Live Action de One Piece (porque no tengo el más mínimo interés en empezar el anime ni mucho menos el manga, pero sí me apetecía conocer la historia) y otra serie tailandesa: Between Us, y vi Spirited, ooootro retelling del Cuento de Navidad de Dickens con Ryan Reynolds y Will Ferrell pero con una vueltecita de tuerca muy chula. ¡Y musical, además! Recomendadísimo, muy divertido.

Además, tuvimos la cena navideña del grupo de Go. Nadie se acordó de hacer la foto de rigor, así que no hay pruebas gráficas de ello, pero doy fe de que se hizo y nos lo pasamos muy bien. Lo cierto es que me encuentro muy cómoda en ese grupo, son gente tranquila muy en mi onda y fui a la cena con bastantes ganas, cosa rara en mí porque ya sabes que lo de socializar lo llevo regulinchis.

Y bueno, ya poco más que contar. Ahora que se han terminado todas las fiestas y volvemos a la normalidad, yo tengo una semana de vacaciones que voy a pasar en Alicante. De hecho, estoy escribiendo esta entrada justo antes de terminar de recoger y salir para allá. Nos lo tomamos con calma, si llegamos de noche no pasa nada. Va a ser una semana... intensita y no negaré que ahora mismo me apetecería más quedarme en casa y descansar a tope, que además voy para allá con un catarro/bronquitis/gripe/yoquésésoloséquememuero. Pero bueno, también hay ganas de ver a la familia y a las amistades. Solo espero no olvidarme de grabar vídeos chachis para mi resumen.

¡Que tengas un mes muy feliz!

viernes, 5 de enero de 2024

Los extraños visitantes de un vecino gruñón (relato en Amazon)

El otro día te hablaba de mi relato "Cita con Santa Claus" y hoy, aunque ya solo nos quedan dos días de fiestas, te traigo otra historia navideña.

Cubierta de "Los extraños visitantes de un vecino gruñón". Sobre un fondo que recuerda a nieve cayendo, hay un chico con grandes gafas, pelo corto y sombra de barba con cara absurda, el logo de YouTube y dos iconos, uno de pulgar hacia arriba en verde, y otro de pulgar hacia abajo en rojo. En el frente hay tres siluetas en negro de tres personajes: uno lleva un gorro de Papá Noel, otro lleva un sombrero de copa y el otro no lleva nada en la cabeza.

Habrás visto la cubierta (una de las siete maravillas del diseño gráfico, todo sea dicho, ajem) y habrás pensado... "esas tres siluetas ¿no serán...?". Y sí, acertaste: estás ante OTRO retelling del cuento de navidad de Dickens. Yo opino que nunca son demasiados.

En "Los extraños visitantes de un vecino gruñón" conocemos a Néstor, más conocido como Peter, youtuber de éxito muy famoso sobre todo entre la juventud, con millones de seguidores y un contenido basado principalmente en bromas pesadas e irreverentes y polémica entre compañeros de profesión. Sin un mínimo de vergüenza o de decencia humana, todo sea dicho, se dedica a crear situaciones incómodas y desagradables para sus pobres víctimas, llegando incluso a causarles problemas en sus puestos de trabajo. Las consecuencias de sus actos no le importan en lo más mínimo. De hecho, ni tan solo se para a pensar que pudiera haberlas, pues él solo mira los beneficios económicos de cada nuevo vídeo.

Hasta que recibe tres visitas consecutivas e inesperadas que le harán ver que sus actos tienen consecuencias. Una empleada con problemas económicos, una pareja despreciada y una vida tirada por el desagüe demasiado pronto. Estos tres eventos de los que Néstor es testigo, consiguen que se plantee todo cuanto ha construido hasta ahora.

¿Qué te parece? ¿Crees que querrás leerla? Porque si todavía no te has decidido del todo quizás este último dato te anime. Te presento a los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura:

Fotografía de David Duchovny en el papel de Fox Mulder (X Files)Foto de Oscar Isaac en el papel de Poe Dameron (Star Wars)Noel Fielding en el papel de Richmond Avenal (The IT Crowd)

Bueno, en realidad su descripción es muy vaga y tú te los imaginarás de otra forma, pero ellos son los que me inspiraron para crear a estos personajes. En realidad no es más que una excusa para insistirte en que leas el relato. XDD

En lo personal, "Los extraños visitantes" es mi relato navideño favorito de entre los tres que tengo. Es sencillo, con un poquito de risas, un poquito de drama y un poquito de ternura, y el personaje de Darío, OTP de Néstor, que es un dulcecito navideño.

Si te ha encantado el argumento, si te resistes a que se termine la Navidad o si simplemente quieres apoyarme con tu compra, haz clic aquí y disfrútalo.

¡Que tengas felices Reyes!

jueves, 4 de enero de 2024

La clásica entrada con propósitos para año nuevo

Porque no podía faltar, claro, y por supuesto no voy a cumplir ni la mitad, como manda la tradición. Pero lo primero es lo primero, y antes que nada quiero desearte un muy feliz 2024. Quería haber tenido lista esta entrada para antes de las uvas pero llego cuatro días tarde porque no sé organizar mejor el poco tiempo libre que tengo.

Ya sé que no hay diferencia alguna entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. Son dos días como los demás, nada va a cambiar radicalmente en una sola noche como por arte de magia y mis rutinas van a ser exactamente las mismas, porque además es eso: soy una persona de rutinas a muerte. Pero sí que es verdad que las dos últimas semanas del año seguida de la primera para mí suponen un cambio tan grande en esa rutina, que sí me encuentro con cierto tiempo de espera, por así decirlo, antes de tener la oportunidad de arrancarme a hacer algo nuevo. Y es que no tengo mucha vida social, soy muy de quedarme en casa y hacer planes con gente como mucho una vez a la semana, así que cuando se juntan muchas quedadas seguidas, cortocircuito. Soy MUY introvertida (quizás haya algo más ahí, puede que otro día hable de eso) y no importa lo a gusto que me encuentre y las ganas que tenga de ver a mis amigues, que si tengo muchos planes y además malos turnos de trabajo, voy a acabar por los suelos. Por esto mismo es por lo que esa sensación de punto y aparte para mí es un poquito más real. Luego, claro, retomo la rutina y todo sigue igual, pero ¿quién no planea comerse el mundo a partir del 1 de enero?

En fin, allá va mi lista. Además, me gusta mucho hacerla aquí en el blog porque aquí sí la voy a tener a mano al año que viene para ver qué he cumplido y qué no.


-1-

Esto va a ser lo más inminente. Voy a intentar hacer más promoción de mis novelas y relatos. Me da una pereza que te cagas, no tengo buenas ideas para hacer promos chulas y llamativas y creo que no tengo buena presencia en cámara actualmente. O mejor dicho: yo no me veo bien. Pero quiero hacer el esfuerzo y, aunque me fastidie decirlo, estoy en cierto modo obligada si quiero vender algo.

Por desgracia, no estoy escribiendo nada. Ese también va a ser otro de mis objetivos, pero por ahora sigo parada y dudo mucho que en 365 días vaya a ser capaz de terminar nada aun si recuperara el hábito por completo. Pero ya tengo tres novelas y varios relatos cortos que están muy bien y soy una de las autoras más desconocidas dentro del panorama de literatura LGBT española. Y oye, mis historias están bien. No soy TJ Klune, ni Madeline Miller, ni Nisa Arce, pero tampoco voy a decir que lo que escribo es normalito y poco atractivo porque estaría pecando de falsa modestia. Y quizás ahora parezca soberbia, pero me da igual: creo en mí misma aunque solo sea para saber que la gente se está perdiendo un material bueno, que Fast Food no merece que solo la hayan comprado 7 personas en seis meses, ni 17 Ocho mil kilómetros, ni merece Lo que de verdad importa que solo la compren cuando la he puesto al precio ridículo de 0.99€ y el resto solo sean lecturas de Kindle Unlimited, y no muchas más de tres o cuatro al mes.

Veo muchos vídeos en TikTok sobre libros LGBT poco conocidos y yo nunca estoy ahí, ni voy a estar si no espabilo y aumento mi presencia en redes, al menos de mi perfil de escritora. Así que bueno. Voy a empezar a hacerme un planning en mi agenda del año que viene para así no dormirme en los laureles y cuando ya hayan pasado las fiestas y yo vuelva de mis vacaciones, que las tengo justo después de Reyes, empiezo a darle caña. Deséame suerte.

-2-

Retomar la escritura. Este objetivo lo tenía el año pasado y, adivina, no lo cumplí. Tengo que decir que este año no parto de cero porque sí estoy escribiendo desde hace unos días PERO: es un fanfic y no estoy siendo constante en absoluto. De hecho, mi plan para esta tarde era seguir con él y al final estoy con esta entrada del blog.

Pero bueno, quizás si me lo tomo como esfuerzo ligado al punto anterior, pueda lograr algo. Al fin y al cabo, tengo ya un par de proyectos muy avanzados a los que debería meter mano.

-3-

Publicar una antología de relatos en papel. Este es otro proyecto que tengo empezado. Nada nuevo que no esté ya publicado en digital, por lo que no cuento con que esto venda demasiado, pero la publicación en Amazon es gratuita y con que haya un par de personas o tres que no hayan leído mis relatos cortos y que sí vayan a hacerlo si están en papel, me doy por satisfecha. Además, a mí misma me hace ilusión tener un cuarto librito con mi nombre en la estantería, la verdad.

-4-

Hacer una reedición de "Lo que de verdad importa" con nueva cubierta, una fuente más grande y versión en tapa dura. Ya sé que no hace tanto que la publiqué, que además es mi novela menos vendida (siendo, para mi gusto, la mejor de las tres) y que quizás no merezca la pena el esfuerzo, pero yo quiero hacerlo por si acaso. La portada que tiene ahora mismo me encanta, pero siendo objetiva igual no llama mucho la atención, así que a ver qué puedo hacer con mis escasas habilidades de diseño gráfico, porque dinero para pagar a una persona profesional... como que no tengo.

-5-

Seguir mejorando con el Go. Esto quizás lo veo más difícil porque ya estoy en un nivel en que necesito darle un tiempo considerable de estudio y no lo estoy haciendo ni voy a poder. Ya todo lo relacionado con la escritura me va a quitar bastante tiempo y, obviamente, hay más cosas que quiero hacer. Pero bueno, yo haré lo posible. Sí que voy a apuntarme a todos los torneos que pueda siempre que el trabajo y el dinero lo permitan, y ya he enviado mi solicitud y el pago para unirme a la AEGO (Asociación Española de Go), solo falta que me respondan, cosa que imagino que tardará unos días porque aún son vacaciones.

-6-

Tomarme en serio y esforzarme por conseguir el tema de ser vegetariana. No me voy a quitar la carne al 100%. Para empezar, y esto es lo que hizo que en mi interior intento fallara, no puedo basar mi alimentación en hidratos porque también me preocupa mi peso. Y sí, sé que es muy hipócrita tomar una decisión ética y fallar por estética, pero es que no quiero pasar de cierto tamaño porque me perjudica la salud, y no lo digo como esa gente que da consejos gratis en las redes sociales: es que es un hecho que cuanto más gorda estoy más me canso y menos energía tengo. Aparte, ya lo siento pero no puedo permitirme (económicamente) una renovación de armario. Por otro lado, ya he dicho antes que soy una persona muy de rutinas y ser vegetariana cambiará por completo mi forma de cocinar. Estoy en ello, ¿eh? Pero poco a poco. Si una persona normal necesita a lo mejor medio año para hacer este cambio, yo voy a necesitar... varios años porque tiene que ser muuuuuy gradual. Y no solo esto: es que la cultura española es carnívora por excelencia. Vas al súper y sí, tienes muchas opciones para una cocina vegetariana, pero si te fijas todo está diseñado para que comas carne, así que hacer la compra eliminándola suma un puntito de dificultad. Ah claro, y trabajo donde trabajo (McDonald's). Esta marca se ha quedado muy atrás en cuanto a opciones alimenticias se refiere, y mientras que casi toda la competencia ya ofrece opciones vegetarianas o veganas, nosotros no tenemos nada y que yo sepa tampoco hay intención. Y comer patatas fritas todos los días... como que no.

Pero bueno, todo esto son cosas que me han frenado hasta ahora. Mi motivación para no comer carne no es tanto la explotación tan brutal y las condiciones penosas en que tienen a los animales criados para consumo (que también, ojo), sino la contaminación que genera la industria cárnica. Por eso digo que no me la voy a quitar al 100%: si no hay otras opciones, comeré carne. Si como fuera con amigues y vamos a algún sitio donde todes comamos de todos los platos, comeré carne. Si me invitan a comer a casa de alguien no voy a pedir que me hagan un plato especial para mí. Y si acabo hasta los pelos de patatitas fritas y ensalada en el trabajo y no me da la vida para llevarme mi tupper pues caerá una hamburguesa y a seguir.

Quiero pensar que así al menos aporto mi granito de arena. Hasta ahora, mi dieta era cárnica total, siendo raro el día que no tomaba carne al menos en una de las comidas. Mi objetivo es no pasar de dos o tres comidas a la semana (ya sea desayuno, almuerzo o cena) con carne. Y respecto al pescado, de todas maneras es que ya lo consumo poco y que yo sepa, su industria no genera tantísima contaminación, así que bueno, en principio lo tomaré también de vez en cuando.


No está mal, ¿no? Son solo seis propósitos, algunos más puntuales que otros pero todos más o menos realizables. Ya solo me falta ser capaz de organizarme para lograrlo todo. ¿Y tú, crees que cumplirás los tuyos?