jueves, 4 de enero de 2024

La clásica entrada con propósitos para año nuevo

Porque no podía faltar, claro, y por supuesto no voy a cumplir ni la mitad, como manda la tradición. Pero lo primero es lo primero, y antes que nada quiero desearte un muy feliz 2024. Quería haber tenido lista esta entrada para antes de las uvas pero llego cuatro días tarde porque no sé organizar mejor el poco tiempo libre que tengo.

Ya sé que no hay diferencia alguna entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. Son dos días como los demás, nada va a cambiar radicalmente en una sola noche como por arte de magia y mis rutinas van a ser exactamente las mismas, porque además es eso: soy una persona de rutinas a muerte. Pero sí que es verdad que las dos últimas semanas del año seguida de la primera para mí suponen un cambio tan grande en esa rutina, que sí me encuentro con cierto tiempo de espera, por así decirlo, antes de tener la oportunidad de arrancarme a hacer algo nuevo. Y es que no tengo mucha vida social, soy muy de quedarme en casa y hacer planes con gente como mucho una vez a la semana, así que cuando se juntan muchas quedadas seguidas, cortocircuito. Soy MUY introvertida (quizás haya algo más ahí, puede que otro día hable de eso) y no importa lo a gusto que me encuentre y las ganas que tenga de ver a mis amigues, que si tengo muchos planes y además malos turnos de trabajo, voy a acabar por los suelos. Por esto mismo es por lo que esa sensación de punto y aparte para mí es un poquito más real. Luego, claro, retomo la rutina y todo sigue igual, pero ¿quién no planea comerse el mundo a partir del 1 de enero?

En fin, allá va mi lista. Además, me gusta mucho hacerla aquí en el blog porque aquí sí la voy a tener a mano al año que viene para ver qué he cumplido y qué no.


-1-

Esto va a ser lo más inminente. Voy a intentar hacer más promoción de mis novelas y relatos. Me da una pereza que te cagas, no tengo buenas ideas para hacer promos chulas y llamativas y creo que no tengo buena presencia en cámara actualmente. O mejor dicho: yo no me veo bien. Pero quiero hacer el esfuerzo y, aunque me fastidie decirlo, estoy en cierto modo obligada si quiero vender algo.

Por desgracia, no estoy escribiendo nada. Ese también va a ser otro de mis objetivos, pero por ahora sigo parada y dudo mucho que en 365 días vaya a ser capaz de terminar nada aun si recuperara el hábito por completo. Pero ya tengo tres novelas y varios relatos cortos que están muy bien y soy una de las autoras más desconocidas dentro del panorama de literatura LGBT española. Y oye, mis historias están bien. No soy TJ Klune, ni Madeline Miller, ni Nisa Arce, pero tampoco voy a decir que lo que escribo es normalito y poco atractivo porque estaría pecando de falsa modestia. Y quizás ahora parezca soberbia, pero me da igual: creo en mí misma aunque solo sea para saber que la gente se está perdiendo un material bueno, que Fast Food no merece que solo la hayan comprado 7 personas en seis meses, ni 17 Ocho mil kilómetros, ni merece Lo que de verdad importa que solo la compren cuando la he puesto al precio ridículo de 0.99€ y el resto solo sean lecturas de Kindle Unlimited, y no muchas más de tres o cuatro al mes.

Veo muchos vídeos en TikTok sobre libros LGBT poco conocidos y yo nunca estoy ahí, ni voy a estar si no espabilo y aumento mi presencia en redes, al menos de mi perfil de escritora. Así que bueno. Voy a empezar a hacerme un planning en mi agenda del año que viene para así no dormirme en los laureles y cuando ya hayan pasado las fiestas y yo vuelva de mis vacaciones, que las tengo justo después de Reyes, empiezo a darle caña. Deséame suerte.

-2-

Retomar la escritura. Este objetivo lo tenía el año pasado y, adivina, no lo cumplí. Tengo que decir que este año no parto de cero porque sí estoy escribiendo desde hace unos días PERO: es un fanfic y no estoy siendo constante en absoluto. De hecho, mi plan para esta tarde era seguir con él y al final estoy con esta entrada del blog.

Pero bueno, quizás si me lo tomo como esfuerzo ligado al punto anterior, pueda lograr algo. Al fin y al cabo, tengo ya un par de proyectos muy avanzados a los que debería meter mano.

-3-

Publicar una antología de relatos en papel. Este es otro proyecto que tengo empezado. Nada nuevo que no esté ya publicado en digital, por lo que no cuento con que esto venda demasiado, pero la publicación en Amazon es gratuita y con que haya un par de personas o tres que no hayan leído mis relatos cortos y que sí vayan a hacerlo si están en papel, me doy por satisfecha. Además, a mí misma me hace ilusión tener un cuarto librito con mi nombre en la estantería, la verdad.

-4-

Hacer una reedición de "Lo que de verdad importa" con nueva cubierta, una fuente más grande y versión en tapa dura. Ya sé que no hace tanto que la publiqué, que además es mi novela menos vendida (siendo, para mi gusto, la mejor de las tres) y que quizás no merezca la pena el esfuerzo, pero yo quiero hacerlo por si acaso. La portada que tiene ahora mismo me encanta, pero siendo objetiva igual no llama mucho la atención, así que a ver qué puedo hacer con mis escasas habilidades de diseño gráfico, porque dinero para pagar a una persona profesional... como que no tengo.

-5-

Seguir mejorando con el Go. Esto quizás lo veo más difícil porque ya estoy en un nivel en que necesito darle un tiempo considerable de estudio y no lo estoy haciendo ni voy a poder. Ya todo lo relacionado con la escritura me va a quitar bastante tiempo y, obviamente, hay más cosas que quiero hacer. Pero bueno, yo haré lo posible. Sí que voy a apuntarme a todos los torneos que pueda siempre que el trabajo y el dinero lo permitan, y ya he enviado mi solicitud y el pago para unirme a la AEGO (Asociación Española de Go), solo falta que me respondan, cosa que imagino que tardará unos días porque aún son vacaciones.

-6-

Tomarme en serio y esforzarme por conseguir el tema de ser vegetariana. No me voy a quitar la carne al 100%. Para empezar, y esto es lo que hizo que en mi interior intento fallara, no puedo basar mi alimentación en hidratos porque también me preocupa mi peso. Y sí, sé que es muy hipócrita tomar una decisión ética y fallar por estética, pero es que no quiero pasar de cierto tamaño porque me perjudica la salud, y no lo digo como esa gente que da consejos gratis en las redes sociales: es que es un hecho que cuanto más gorda estoy más me canso y menos energía tengo. Aparte, ya lo siento pero no puedo permitirme (económicamente) una renovación de armario. Por otro lado, ya he dicho antes que soy una persona muy de rutinas y ser vegetariana cambiará por completo mi forma de cocinar. Estoy en ello, ¿eh? Pero poco a poco. Si una persona normal necesita a lo mejor medio año para hacer este cambio, yo voy a necesitar... varios años porque tiene que ser muuuuuy gradual. Y no solo esto: es que la cultura española es carnívora por excelencia. Vas al súper y sí, tienes muchas opciones para una cocina vegetariana, pero si te fijas todo está diseñado para que comas carne, así que hacer la compra eliminándola suma un puntito de dificultad. Ah claro, y trabajo donde trabajo (McDonald's). Esta marca se ha quedado muy atrás en cuanto a opciones alimenticias se refiere, y mientras que casi toda la competencia ya ofrece opciones vegetarianas o veganas, nosotros no tenemos nada y que yo sepa tampoco hay intención. Y comer patatas fritas todos los días... como que no.

Pero bueno, todo esto son cosas que me han frenado hasta ahora. Mi motivación para no comer carne no es tanto la explotación tan brutal y las condiciones penosas en que tienen a los animales criados para consumo (que también, ojo), sino la contaminación que genera la industria cárnica. Por eso digo que no me la voy a quitar al 100%: si no hay otras opciones, comeré carne. Si como fuera con amigues y vamos a algún sitio donde todes comamos de todos los platos, comeré carne. Si me invitan a comer a casa de alguien no voy a pedir que me hagan un plato especial para mí. Y si acabo hasta los pelos de patatitas fritas y ensalada en el trabajo y no me da la vida para llevarme mi tupper pues caerá una hamburguesa y a seguir.

Quiero pensar que así al menos aporto mi granito de arena. Hasta ahora, mi dieta era cárnica total, siendo raro el día que no tomaba carne al menos en una de las comidas. Mi objetivo es no pasar de dos o tres comidas a la semana (ya sea desayuno, almuerzo o cena) con carne. Y respecto al pescado, de todas maneras es que ya lo consumo poco y que yo sepa, su industria no genera tantísima contaminación, así que bueno, en principio lo tomaré también de vez en cuando.


No está mal, ¿no? Son solo seis propósitos, algunos más puntuales que otros pero todos más o menos realizables. Ya solo me falta ser capaz de organizarme para lograrlo todo. ¿Y tú, crees que cumplirás los tuyos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario