jueves, 30 de noviembre de 2023

Placer culpable: las series BL tailandesas.

¿Alguna vez te has enganchado a algo que sabes que es objetivamente malo, que ni siquiera te gusta del todo, pero que de un modo u otro te atrae sin remedio? Yo sí, varias veces, y las series BL tailandesas son reincidentes en ello.

Todo empezó hace años, cuando una amiga me comentó que estaba viendo una serie BL. Yo, inocente de mí, pensé que se trataba bien de un anime que no conocía, bien de una serie japonesa en la que los personajes como mucho se abrazaban y se besaban como si el otro oliera a podrido (reconozcámoslo, los japoneses en general llevan fatal lo del contacto físico y eso se nota mucho en la pantalla). Ella me tuvo que aclarar que no, que era imagen real y que sí, los personajes se magreaban que daba gusto. Y por supuesto que le pedí enlace. La serie se llamaba Together with me, y la verdad es que no recuerdo gran cosa de ella, solo que me gustó lo suficiente como para querer ver más.

Cartel de la serie Together with me en la que sale una foto de dos chicos sentados cada uno a un lado de la cama y una chica en el medio sosteniendo una prenda de ropa con cara de enfadada.
Together with me

Descubrí entonces que la industria del BL tailandés es vastísima. Empieza desde abajo con un fandom fujoshi enorme y va escalando a escritoras aficionadas que publican en plataformas tipo Wattpad, profesionales bajo sellos editoriales, novelas escritas por encargo para luego ser serializadas... Y también empresas de idols al más puro estilo K-pop que se dedican a formar chiques bien jóvenes.

Lo cierto es que desconozco todos los entresijos de este mundillo, por lo que no tengo ni idea de si el BL es algo de nicho en Tailandia, si está mal visto o si por el contrario ha acabado formando parte de la cultura popular. Lo que sí sé es que es común que estos actores y actrices muchas veces debuten en series BL... y se nota. Hay veces que no se puede negar que sus dotes interpretativas dejan mucho que desear. Lo bueno es que quizás luego te los encuentres en otra serie y te des cuenta de que han mejorado, como me pasó por ejemplo con el chico que interpreta a InTouch en Until We Meet Again.

Pero claro. Una es fujoshi moderada. Me gusta el BL pero hay límites: hay ciertas cosas que no tolero y ciertas otras que no me valen... en teoría, porque luego llegan los tailandeses y me da igual. O no, pero los veo de todas formas.

En estas series es muy común la toxicidad que tanto hemos leído en mangas yaoi. Y sí, hago distinción porque cuando el BL se conocía como yaoi no había una sola historia que no fuera Chernobyl. Hace veintipocos años, en los tiempos de Zetsuai/Bronze, Kizuna y Gravitation, básicamente nos tragábamos cualquier cosa que nos pusiera a dos chicos juntos. En mi caso, seguía todas esas esperando que llegara el momento en que el personaje dominante dejara de ser tremendo montón de miii*** y se comportara con su pareja como un ser decente. Spoiler: no ocurre. Por suerte, poco a poco empezaron a salir cosas más agradables, más bonitas y sobre todo más respetuosas y fieles con el colectivo LGBTQ+.

Pues con la industria BL tailandesa se ve que todavía ese momento no ha llegado del todo. Quizás se haya modernizado, pero apenas recuerdo una o dos parejas que tengan una relación completamente sana en todos los aspectos. Al menos, y eso sí debo decirlo, en estas series sí se mantiene conciencia y se visibiliza el colectivo, y he llegado incluso a ver reivindicación del matrimonio igualitario, cosa que todavía no es legal en Tailandia. Pero una cosa no quita la otra: estas son las dinámicas de pareja que se repiten en todas y cada una de las series que he visto:

  • Abuso de poder (un alumno de curso superior, alguien más rico, alguien de más edad...).
  • Acoso romantizado.
  • Paternalismo a tope (lo clásico de "te prohíbo que hagas esto/vayas a este sitio porque no te conviene).
  • Celos tóxicos e irracionales.
  • Acercamientos (abrazos, manoseos, besos...) no consentidos.
No es que todas las parejas cumplan con todos los ejemplos, pero sí uno al menos. Que yo recuerde, la única serie que he visto donde ambos protagonistas tienen una relación sana y sin desigualdades es A Tale of 1000 Stars. El resto, incluso mi favorita (Until We Meet Again), son insanas a más no poder.

Cartel de la serie "A tale of 1000 Stars". Varios personajes salen sentados sobre una gran roca en un paraje montañoso.
A Tale of 1000 Stars


Podrías pensar que el asunto de las relaciones tóxicas es lo único que hace que mi relación con esta industria sea de amor-odio... ¡pero no! Hay más, mucho más.

Antes he mencionado que muchas veces los actores son recién pescados de empresas de Idols y que estos son sus primeros papeles. Aquí no puedo aportar datos porque yo me limito a ver las series pero no sigo la vida y carrera de sus intérpretes. Lo que sí tengo claro es, o al menos es la sensación que me da, que las series pensadas para actores debutantes tienen un único objetivo: mostrarlos siendo bonitos y ya está. No solo es que su actuación deje bastante que desear, es que nada es excesivo. Es como ver una foto bien posada. Los chicos están siempre perfectos, guapísimos, bien peinados aunque estén durmiendo en la cama y si hacen algo cotidiano, como cocinar o hacer tareas, se mueven poco y lento, dando así un aire de torpeza que, entiendo, pretende quedar cuqui en pantalla. Y esto es exageradísimo. En una escena había un personaje que supuestamente era un crack cocinando (porque luego su pareja se maravilla por sus dotes culinarias) y lo único que hace el chaval es: A) cortar una loncha de jamón york a tiras y B: tostar pan y ponerlo en el plato. Y te lo ponen todo como si grabaran a Arguiñano enseñándote a hacer la auténtica paella valenciana. Como este ejemplo, mil más, mínimo uno por cada capítulo de cada serie.

Otra cosa que me hace pensar que en estas series no solo los actores son debutantes, sino en general casi todo el personal, es la ambientación y producción. Que no seré yo una entendida de ténicas cinematográficas, pero al menos me gustaría no sentirme engañada.

Ejemplo 1: Esta es una escena que vi ayer mismo y por la cual no pude evitar reírme. Chico A está conduciendo bajo la lluvia y de repente el motor se para. El chico, muy alarmado, empieza a preguntarse qué le sucede al coche y entonces aparece Chico B en moto, da unos toquecitos en el cristal y le dice que ponga las luces de emergencia, que le va a ayudar. Acto seguido lo ves con una llave en la mano para cambiar la rueda porque lo que tiene es un pinchazo. Te recuerdo: el motor se había parado. Le echa la bronca por no tener ni idea de coches y acto seguido se ve la rueda que supuestamente está pinchada en perfecto estado y hasta limpia. Y yo pensé... bueno, vale, ¿y el gato? Exacto: no tiene. El coche está en el suelo, no se ve ningún gato ni lo hay, porque Chico B hace como que le quita los tornillos a la rueda sin esfuerzo alguno, pero la cámara solo enfoca un pelín de la parte superior, sin llegar a verse lo que realmente hace. Luego un corte y al momento siguiente, Chico B dice "pues ya estaría", y vemos el coche exactamente en el mismo estado pero con una rueda tirada en el suelo al lado.

Ejemplo 2: Los protagonistas visitan una aldea zero-waste (cero residuos). Es obligatorio que para acceder tiren sus desperdicios de plástico a un contenedor que hay en la entrada, hasta ahí todo bien. Pero una vez allí vemos cómo más tarde beben latas de cerveza que antes no llevaban, por lo que se entiende que las han comprado en la aldea, y en la casa donde se alojan usan botellas de plástico y beben con pajita.

Ejemplo 3: Hay un bad boy que no tiene trasfondo ninguno, miembro del equipo rival de rugby, al que los personajes se encuentran en un bar. Se pelean con él y, de la nada, el chaval saca una pistola y hiere a uno de los protagonistas. Así, venido de la nada, sin que el tono de la serie sea acorde en absoluto con ello. Y después de una escena súper intensa en la que el protagonista pone la clásica cara de "me acaban de matar" y cae al suelo a cámara lenta, aparece en el hospital con aspecto impecable y movilidad total.

Son este tipo de cosas las que me hacen pensar que no se esmeran demasiado en pensar ni en lograr coherencia, o quizás soy yo, que por deformación de escritora les presto más atención de la debida.

Cartel de la serie "My Lovely Writer". Está dividido en dos; en la mitad superior hay un chico sosteniendo un plato de comida, y en la inferior hay uno con gafas y está sujetándose el marco.
My Lovely Writer


Sigo. Sí, hay más. Personajes femeninos en estas series: prepárate para querer quemar cosas, porque solo existen cuatro tipos:
  • La mujer mala, normalmente madre o a veces rival sentimental, que va a hacer lo posible y lo imposible para boicotear la relación de los protagonistas.
  • La mujer tonta. Suele ser una compañera de estudios, casi siempre de un curso inferior o a veces del mismo, o la hermana pequeña. Siempre busca ayuda masculina, pone cara de no entender un carajo de lo que se le dice, asiente y da las gracias.
  • El alivio cómico. Son carismáticas, saben hacer cosas y les plantan cara a los hombres, pero en sus escenas siempre acabarán haciéndote reír y no tienen más trasfondo que ese.
  • La chacha. Alguien de la familia del protagonista o cercana de algún modo, que tiene que aparecer de cuando en cuando para poner orden y limpiarle la casa. Este es el tipo que menos he visto.
¿Sigo enumerando cosas que me chirrían de estas series? Las escenas absurda e innecesariamente largas para meter fan-service a tope. Acercamientos lentísimos para no siempre terminar en beso, tomas del guapo de turno... Confieso que aprovecho esas escenas para mirar las redes sociales en el móvil.

Emplazamiento publicitario. La propaganda en estas series está a otro nivel. Nos quejábamos del cartón de leche bien a la vista en Los Serrano cuando aquí te ponen escenas enteras que no son más que una excusa para venderte desde una sombra de ojos o un tónico facial a un coche de gama alta. Con primeros planos del producto en cuestión y los actores y actrices haciendo lo posible para que la marca quede bien a la vista. ¿Target? Eso son los padres. En un mismo capítulo te vas a encontrar publicidad de zumitos saludables y de motos de carreras.

Todos guapos y ricos. No verás un solo personaje principal que no tenga una imagen impecable. La belleza es subjetiva, eso está claro, pero salta a la vista que todos han pasado por chapa y pintura antes de ponerse ante las cámaras. ¿Partido de rugby y todos rebozándose por la hierba cual croqueta? Carita limpia, pelo perfecto, uniforme (blanco, por cierto), limpio y planchado. ¿Pelea de bandas? Como mucho algún moratón maquillado que más tarde vas a ver que será exigencia del guion. Y lo de ricos... buf. Todos viven en casoplones y tienen cochazos. Y cuando pretenden hacer pobre a algún personaje les sale regulinchis porque también le ponen cochazo, ropa de marca o cosas así.

Cartel de la serie KinnPorsche La Forte. Salen dos hombres, uno de frente y el otro de espaldas mirando a cámara, ambos trajeados.
KinnPorsche the series La 'forte


Después de esta extensa entrada, seguramente estés pensando que soy una de esas personas que pierde su tiempo en ver cosas que odia para poder luego masacrarlas a gusto en redes sociales. Te aseguro que no. Si algo no me gusta, soy incapaz de seguir con ello y de hecho ha habido varias series de estas que he dejado a medias por la misma razón. Por lo general sí que las disfruto. Las historias son bonitas, tal vez la forma de contarlas no sea siempre la mejor, pero oye, están bien. Y si además me inspiran para dibujar o escribir, ¿qué más podría pedir?

Y tú, ¿conoces algún BL tailandés?

2 comentarios:

  1. También es divertido observar los "defectillos" de estas producciones. Tal vez me anime a ver alguna. Gracias el artículo.

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    1. Hay que verlas teniendo en mente que no son pura calidad XD

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